Los espectadores de la conferencia Summer Game Fest 2022 recordarán que el evento fue “demasiado” monotemático en uno de sus tramos: casi todos los juegos compartían la ambientación de ciencia ficción y terror, o como mínimo, de thriller espacial. The Callisto Protocol, Aliens: Dark Descent, Routine y Fort Solis empacharon a más de un jugador. Este último, de Fallen Leaf y Black Drakkar Games, se describía como una aventura de suspense y estaba avalado por al menos tres actores de renombre: Roger Clark (Arthur en Red Dead Redemption 2), Troy Baker (Joel en The Last of Us, y muchos otros papeles) y Julia Brown (Foundation, World on Fire, The Last Kingdom). ¿Garantía de calidadVenir de Tragamonedas Gratis Online? No necesariamente.
En Marte nadie puede oír tus gritos
Fort Solis es un juego cargado de narrativa y por tanto algunos de sus puntos fuertes son la historia, personajes e inmersión. Es lo más positivo de esta propuesta, y sin duda nos enganchará en sus primeros compases: una llamada de emergencia en una base minera de Marte hace que Jack se acerque a Fort Solis para ver qué sucede. Lo que encontrará allí es un misterio que merece ser investigado, pues no encuentra a los integrantes de la base, tan sólo pistas en correos electrónicos, grabaciones en vídeo o de cámaras de seguridad y algún que otro rastro de sangre. Desde luego no es una situación normal.
No queremos dar más detalles sobre el argumento porque aquí se encuentra lo que nos empuja a avanzar en Fort Solis, pero creemos que se puede contar que el desarrollo de los acontecimientos no incluye ningún elemento fantástico extravagante, algo que no se suele ver en juegos que transcurren en otro planeta se nos ocurre Deliver Us The Moon como excepción más conocida-. No es Alien, Dead Space ni hay una criatura como el de La Cosa rondando el lugar, es un misterio clásico que simplemente se ambienta en el planeta rojo. Esta versión más o menos realista de la vida en la base, y el tipo de instalaciones que alberga, es lo que nos atraerá durante buena parte del tiempo con el juego.
Todas estas buenas ideas de Fort Solis se diluyen a medida que pasa el tiempo. Al margen de los problemas que tenemos con la manera de contar la historia y lo apresurado que parece en su desenlace, que no está a la altura de las expectativas que nos crea durante su primera mitad, tenemos que dejar claro en qué consiste su gameplay. Pese a que los desarrolladores han citado las aventuras narrativas de Supermassive Games como uno de sus referentes y han evitado encasillarse en los walking simulator, esta última descripción nos parece que encaja mejor en lo que es realmente. O dicho de otra manera, el planteamiento es más de un Everybody’s Gone to the Rapture que un Heavy Rain o Until Dawn.
La estructura elegida es de capítulos, cada uno aproximadamente de una hora de duración, y el estudio lo compara con una miniserie de streaming que puedes terminar de un tirón a nosotros nos ha llevado unas 4 horas- o de manera episódica en varias sesiones. La primera mitad nos ha recordado un poco a Firewatch, pues Jack investiga las oficinas de la base mientras mantiene conversación por radio con Jessica, con diálogos que muestran la personalidad de cada uno, de ahí las buenas sensaciones de su inicio. Gran parte de los detalles del misterio se descubren por los archivos en texto, audio o vídeo, así que conviene informarse de todo porque es lo que da contexto a Fort Solis Y también porque es casi lo único que vamos a hacer.
La reducción al mínimo de las acciones en un walking simulator se hace evidentes cuando la historia pierde fuelle, que es lo que perjudica a Fort Solis. Que deje a un lado el combate o el sigilo no es malo de por sí, de hecho hay exponentes de este estilo muy recomendables, pero las virtudes deben compensar la escasa libertad para funcionar con naturalidad o dar un ritmo, que no consista en ir del punto A al B sin más. En Fort Solis nuestras interacciones son pequeños QTE para desplazarnos por ejemplo escalar-, resolver los mal llamados puzles minijuegos simplísimos- o para superar cinemáticas las más importantes son las que variarán algún desenlace-. No hay esas duras decisiones morales de un juego de Quantic Dream o Supermassive Games ni una trama con complejas ramificaciones que de sentido a una segunda vuelta.
Hablando en concreto del gameplay, un fallo aparentemente insignificante pero molesto de Fort Solis es el paso tan lento de su personaje, probablemente creado para potenciar la ambientación. No pedimos un botón de carrera y mucho menos viaje rápido por la instalación, pero nos habría gustado que fuese más ágil porque la exploración nos hace ir de un lado a otro por los pasillos de la base, obteniendo pases de seguridad que abran puertas que antes quedaban inaccesibles o recorriendo el exterior de la instalación; unas idas y venidas que, cuando conoces el lugar, se hace monótono. El mapa del que disponemos es bastante mejorable, no muestra la posición exacta de nuestro personaje ni el punto al que mira, lo que en algún caso puede crear confusión y rodeos innecesarios.
Este tipo de juegos se explican mejor con las sensaciones generales que con la descripción de sus apartados más cuando el jugable es bastante escueto- y Fort Solis nos deja una sensación amarga. El marco de la historia es bueno, los actores no hacen el papel de su vida pero mantienen la calidad y la premisa nos deja con intriga. Incluso podemos decir que hay algún tramo que te mantendrá pegado a la pantalla para saber qué ha sucedido en esta base. Pero la resolución sabe a poco, le sobran paseos y los coleccionables que conseguiremos en su mayoría sin rebuscar mucho- no aportan la variedad que termina pidiendo desesperadamente. La incomodidad con el control o la ausencia de auténticos puzles que aportasen un aire fresco en el gameplay no ayudan a mejorar la impresión. Una lástima que claramente vaya de más a menos porque los ingredientes elegidos para la aventura no podían ser más prometedores.
Una atmósfera que podrás cortar con un cuchillo
Hay que recordar que hablamos de un proyecto casi indie, o AA, y no una superproducción. Con esta perspectiva, Fort Solis es un juego que cumple sobradamente, en la versión de PS5 incluye modo gráfico de rendimiento, y la captura facial está conseguida: esto sobre todo brilla durante las grabaciones de científicos, médicos y resto del personal.
Por otro lado, se podría criticar que no sea muy variado en localizaciones por la temática escogida, pero consigue transmitir la sensación de soledad con un diseño creíble del complejo subterráneo, más práctico que elegante. Se juega con la iluminación, la música ambiental, las llamadas por radio y una pequeña dosis de miedo a lo desconocido, aunque en este caso, no pretende ser un juego de terror. No se le pueden poner muchas pegas en este apartado audiovisual para tratarse de un proyecto creado por un equipo realmente pequeño.
Conclusiones
Quizás decir que Fort Solis ha sido una decepción es un poco exagerado porque no ha gozado demasiada promoción ni teníamos unas expectativas puestas de antemano, aunque sí mucha curiosidad por ver qué ofrecía una aventura sobria en un entorno tan sugerente como Marte. Sin embargo el resultado sólo nos permite recomendarlo para los más aficionados a los walking simulator o aventuras narrativas con todo lo que ello implica, para bien y para mal. No es un imprescindible del género, pero si te apasiona la ciencia ficción y sabes qué le puedes exigir a un “simulador de caminar” principalmente calmado, Fort Solis puede ser una experiencia que encaje en tus gustos.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código que nos ha proporcionado Jesús Fabre.